Como cada año, el Desfile Militar llena de orgullo a muchos asistentes, quienes no podían dejar de apreciar cada detalle de este evento,
Con euforia y algarabía patriota, los mexicanos celebraron el 'Día De La Independencia'. a través del ya esperado desfile de las Fuerzas Armadas, que año con año muestran la vanguardia militar nuestro país el 16 de septiembre.
Dicho evento reivindica la libertad obtenida en 1810 por los héroes de la patria y representa una fecha emblemática llena de símbolos y tradiciones.
El desfile partió desde la explanada del centro histórico de la Ciudad de México para avanzar sobre la avenida 5 de mayo hacia la avenida Juárez y continuar hasta el Monumento a la Revolución. Finalmente llegó al Campo Marte ubicado en la zona de Chapultepec para concluir el recorrido.
Familias enteras disfrutaron el desfile en el que participaron unidades de las fuerzas especiales como la Policía Militar o la Unidad de ingenieros y elementos de la Defensa Civil, Caballería y la exhibición aérea con aviones de combate, helicópteros de rescate y transporte, así como acrobacias aéreas.
Los vehículos de guerra fueron otro de los grandes atractivos, desfilaron tanques, helicópteros, vehículos blindados, artillería, motocicletas… Las formaciones militares cabalmente sincronizadas en su andar, distintivo de la disciplina militar, se formaban de elementos marchando en bloques bien definidos al unísono.
Un espectáculo digo de ver por la coordinación y ritmo casi mecánico de sus integrantes. Se realizaron demostraciones de habilidades de combate, rescate y auxilio a la población civil, mostrando al público las capacidades tácticas del ejército en caso de conflicto, desastre natural o cualquier otro incidente que implique su intervención.
Cómo cada año, altos funcionarios del gobierno se dieron cita en este magno evento, incluyendo al todavía presidente Andrés Manuel López Obrador, que está a punto de concluir su mandato y fue acompañado por los secretarios de la Defensa Nacional y la Marina.
El cierre. Siendo un recorrido especialmente largo y extenuante, era normal esperar que el entusiasmo de los mexicanos se atenuara en los momentos previos al cierre de este tradicional desfile que concluyó en el Campo Marte. Sin embargo, sorprendió encontrar un ánimo indiscutible en las actitudes de aquellos que recibían a las fuerzas protectoras del país en la entrada del campo militar.
No solo era el entusiasmo de la población, sino también la del propio ejército que saludaba y sonreía a pesar de las horas bajo el sol, chocando los cinco con los niños y niñas que los esperaban. Los costados de varios grupos del ejército, forrados con parches al inicio del recorrido, estaban vacíos, seguramente ausentes por pedido de algún niño que buscaba guardar un recuerdo de aquel momento.
Justo como los que vimos acercarse tímidamente a varios miembros de la guardia y que al final salieron corriendo con una sonrisa más grande y con parche en mano. Algo memorable de recordar fue el momento en que varias divisiones estuvieron a punto de colisionar en la entrada de Campo Marte.
Al parecer hubo una confusión a la hora de dirigir a los militantes, según se escuchó decir al general que estaba a cargo de las puertas al momento de hablar por radio con las divisiones que se aproximaban y haciendo gestos de “más lento”.
El cierre del desfile se estaba llevando a cabo en ambas direcciones de Paseo de la reforma, pero una llegó antes de lo previsto. Solo los que estaban cerca de la entrada se dieron cuenta. Hubo momentos donde el calor no fue tolerado, especialmente por las mascotas.
Aquellos que iban acompañados de sus perros sufrieron más que los propios dueños, pues no gozaban de sombrillas, lentes de sol o una nieve refrescante. Bere, que traía sombrilla en mano, fue el refugio temporal de un buldog acalorado y exhausto.
Daba tanto ternura como pena verlo echarse en la tierra de las jardineras de Reforma bajo la pequeña sombra que le ofrecían sus árboles, mientras su dueño tomaba fotos del desfile. El evento registró saldo blanco y fue transmitido a través de cadenas nacionales de televisión y plataformas digitales, con uso de cámaras de alta definición, drones para capturar tomas aéreas, y equipos de sonido para narraciones en tiempo real.
Los vendedores ofrecían banderas, estampas, moños, aretes, ropa, sombreros, bigotes y un sinfín de artículos simbólicos que la gente no tardó en adquirir para ataviarse con un look acordé al momento.
Sin duda el desfile del 16 de septiembre es un ícono infaltable en la historia de nuestro país, un espectáculo que reafirma nuestra identidad como un pueblo libre y soberano que luchó vorazmente para conseguir su independencia del yugo extranjero y mostrando al mundo el músculo militar de nuestra nación.
Texto: Iván Moreno /
Ph: Javier Lether
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