Día Internacional de la Mujer
Javier Lether
En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, Lizbeth Álvarez Martínez, egresada del Centro Universitario en Periodismo y Publicidad (CUPP), nos habló de su trayectoria profesional y su especialización en las coberturas con perspectiva de género.
Originaria de la Ciudad de México y con 39 años de edad, Lizbeth es una periodista que ha recorrido un camino arduo y se ha abierto paso en un mundo dominado por hombres. Actualmente colabora como reportera para el Servicio Especial para la Mujer (SEM México) en América Latina y el Caribe.
En entrevista con el Sistema Informativo del CUPP, Lizbeth nos compartió su visión de los avances y retos que aún hoy en día tienen que librar las mujeres en el ámbito laboral y social en una sociedad como la mexicana en donde el machismo sigue existiendo.
La periodista estará este jueves 7 de marzo de regreso en su alma mater para realizar una ponencia donde expondrá el tema del periodismo con enfoque de género.
¿Nos podrías contar acerca de tu trayectoria como periodista?
Comencé mi carrera en la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, trabajando en la sección de noticias policiales. Recuerdo que, en aquel entonces, muchos de mis compañeros aspiraban a trabajar en Televisa, una de las televisoras más importantes. Sin embargo, yo me preguntaba: ¿El periodismo realmente comienza en las grandes cadenas de televisión? No todos mis colegas compartían mi opinión; algunos ya se estaban mudando allá y rechazaban ofertas incluso de Servicio Social. Entonces, junto con otras tres compañeras, decidimos explorar otras opciones.
Encontramos una oportunidad en la Alcaldía Cuauhtémoc, donde se encontraba la Procuraduría (hoy Fiscalía). Allí realicé mi Servicio Social y Prácticas Profesionales en un entorno dominado por hombres. Era un lugar intenso donde se hablaba de sangre, balaceras, peleas, violencia y asaltos. Terminé mi servicio y mis prácticas y decidí trasladarme al área de monitoreo de noticias. Es ahí donde creo firmemente que los alumnos que están saliendo encuentran una base sólida, ya que se les proporcionan herramientas y conocimientos para escribir. Necesitamos aprender sobre funcionarios y dependencias, así como tener un bagaje cultural general.
¿Por qué decidiste estudiar periodismo?
Desde que era una niña de 12 años, siempre quise ser periodista. Escuchaban Eco mi papá y mi abuelo, y aunque Eco era un noticiero, gris y plano, había algo que me llamaba la atención. Veía a las reporteras y pensaba: “¿Por qué no yo?” Así que, desde entonces, supe que quería ser periodista. No sabía exactamente qué implicaba ser periodista, pero tenía claro que quería aparecer en la televisión o estar involucrada en eso. Mi gusto por el periodismo creció a partir de ahí. Creo que mi naturaleza es la de una persona extremadamente curiosa. Siempre estoy buscando respuestas. No puedo conformarme con que me cuenten las cosas; necesito vivirlas, sentirlas y experimentarlas.
¿Y qué nos puedes decir del periodismo con perspectiva de género?
En los grandes medios de comunicación y corporativos se habla de las mujeres, pero no se profundiza en sus causas ni en lo que realmente les sucede. Por ejemplo, los titulares a menudo describen asesinatos como “crímenes pasionales” o “ejecuciones”, cuando en realidad estamos hablando de feminicídios. Es importante ser claras y específicas: una mujer fue asesinada, no fue un crimen pasional. Necesitamos llamar las cosas por su nombre.
Tomemos como ejemplo las marchas del 8M. A menudo, los medios se centran en los disturbios, como las vallas derribadas o los edificios incendiados. Sin embargo, se pierde de vista la verdadera causa: las mujeres marchan por sus desaparecidas, por la violencia que sufren. El enfoque mediático a menudo se desvía hacia los aspectos negativos, como los anarquistas, pero se olvida de las demás mujeres presentes.
Es fundamental dar visibilidad a lo que realmente está sucediendo. Sí, hay violencia y enfrentamientos, pero también debemos hablar de las causas subyacentes. En México, nos esforzamos por darle nombre a las mujeres. No son solo Juanita Pérez o Carolina Reyes Martínez; son individuos con historias y luchas. Recordemos que mencionar el segundo apellido es mencionar a sus madres. Desde una perspectiva de género, escribimos, observamos y cubrimos los eventos.
¿Se debe celebrar el Día Internacional de la Mujer o no?
El 8 de marzo yo lo definiría como seguir luchando por nuestros derechos humanos, seguir luchando por todas estas reformas constitucionales. En mi opinión no es solo una celebración, sino un recordatorio. Recordemos que aún faltan derechos humanos para todas las mujeres y niños. Continuamos visibilizando las dolencias y violencias que persisten en nuestra sociedad. A pesar de vivir en un país moderno, con avances tecnológicos, seguimos enfrentando una realidad dolorosa: en lugar de reducirse, los feminicídios aumentan. Hoy, en lugar de llegar a 7, ya llevamos hasta 11 feminicídios al día.
Este día no se trata solo de las mujeres que se consideran feministas. No estamos en contra de nadie, ni de los hombres. Aunque hemos avanzado, aún quedan derechos sustanciales por reformar y consolidar. Más que una celebración, el 8 de marzo es un día para recordar y seguir luchando. Queremos que los derechos humanos sean visibles para todas nosotras, sin necesidad de recurrir a leyes para afirmar lo que nos corresponde. Buscamos la igualdad y la justicia para todos.
¿Vas a participar en la marcha del 8M?
Sí claro, voy a participar en la marcha como SEM México. Pero también voy a participar en defensa del derecho a decidir sobre el embarazo. Apoyo el derecho al aborto y respaldo a todas las mujeres que no desean ser madres en este momento. Sin embargo, también defiendo el derecho a la información y a una maternidad consciente y elegida. A mis 39 años, he enfrentado mucha discriminación. Algunos se preguntan por qué no he tenido hijos hasta ahora. La verdad es que he estado ocupada con mis proyectos y otras responsabilidades. A pesar de estar embarazada, continúo con todas mis actividades. Hoy, quiero marchar en favor de mi libertad para tomar decisiones sobre ser madre.
¿Se sufre discriminación en el periodismo por ser mujer?
Sí, por supuesto. Existe una discriminación evidente: parece que, como que las mujeres, no debemos estar activas durante la madrugada o asumir ciertas responsabilidades que los hombres sí tienen. Esta es solo una de las muchas formas de discriminación que enfrentamos.
Por ejemplo, cuando se contrata a alguien, se espera que esté disponible incluso a altas horas de la noche. Sin embargo, cuando se trata de mujeres, se cuestiona su capacidad para cumplir con estas demandas. Los compañeros, los jefes de información e incluso los dueños de medios hacen esta discriminación. La pregunta es: ¿podrán aguantar? ¿Podrán demostrar que pueden hacerlo? A menudo, las mujeres debemos esforzarnos más para demostrar nuestra valía.
¿Crees que el machismo en México está superado o sigue vigente?
Más bien nos han enseñado desde muy pequeñas a tener una rivalidad entre las mujeres. ¿Por qué? Porque le conviene al patriarcado. Le conviene tenernos peleadas, desunidas, decir que somos enemigas. ¿Por qué? Porque si las mujeres se unen, si las mujeres se agrupan, si las mujeres se ayudan, eso no beneficia al Estado, al patriarcado ni al propio gobierno. Les conviene mantenernos separadas, y eso es lo que hacen.
Sería mejor estar unidas, fuertes y aguerridas. Pero aún hoy, nos quieren mantener en este lado, cuidándonos unas de otras, con baja autoestima, preocupadas por nuestro cuerpo y nuestros hijos. Estamos encerradas. Al Estado no le conviene que estemos afuera alzando la voz. En ese sentido, seguimos luchando contra el machismo. En cuanto a los hombres, aunque se han dado pasos y existen leyes, la realidad es que el machismo sigue presente. Quiero creer que habrá más cambios, pero también habrá retrocesos.
¿Qué opinas de que, por primera vez en la historia, una mujer llegue a la presidencia de México?
Sin duda alguna va a ser trascendental que una mujer llegue a la presidencia, sobre todo porque vivimos en un país patriarcal y machista. Independientemente del color del partido; el que llegue una mujer, para mí es abrir puertas de las demás que vienen detrás de ti. Estoy segura que a nivel mundial van a hablar de México como no tienes una idea.
No sé quién llegará, pero habrá subido un escalón para que la otra suba. Como las mujeres que antes no podían publicar libros; lo hizo una y le siguió la otra. Nos vamos abriendo oportunidades, a pesar de que sean enemigas o del color del partido, antes no teníamos derecho al voto, ahora lo tenemos entonces vamos dando pasos. Me siento fascinada y alegre con quien sea que llegue.
Como mujer y periodista, ¿qué te gustaría que se implementara en el nuevo gobierno?
A mí me gustaría que dejara de verse a la gente como una parte de la agenda de mujeres, es decir, que estuviéramos incluidas en todos los niveles y en todo lo que tiene que ver con nosotras. Porque al final del día, somos la mayoría de la población de México y somos mujeres. Por lo tanto, debería haber una visibilización constante, no solo el 8 de marzo o el 25 de noviembre, sino todos los días. Además, es necesario que se reglamente el acoso sexual con leyes más fuertes y poderosas.
Es importante recordar que toda esta violencia proviene desde la base de la familia. Por lo tanto, se deben reformar muchas cosas desde la base familiar hasta el final del feminicídio. Ahí es donde comienza la violencia, incluso cuando las mujeres supuestamente están seguras en sus hogares. El COVID-19 también ha dejado en claro que no siempre es así. Por lo tanto, debería haber una agenda más igualitaria y paritaria, con derechos sustanciales y visibles.
Lizbeth Álvarez Martínez, egresada del Centro Universitario en Periodismo y Publicidad (CUPP), es una reportera que actualmente colabora para el Servicio Especial para la Mujer (SEM México) en América Latina y el Caribe.
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