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Joya del catolicismo mexicano

  • Catedral Metropolitana



Alberto Alcaraz y Javier Lether


Con más de 250 años de arte e historia, la Catedral Metropolitana es la sede de la Arquidiócesis Primada de México y se ubica en el lado norte de la Plaza de la Constitución en el Centro Histórico de la Ciudad de México.


Su fachada principal presenta orientación sur y en ella se abren tres puertas, siendo la central la de mayor tamaño. Está flanqueada por parejas de columnas separadas por hornacinas en las que se encuentran las esculturas de San Pedro y San Pablo.


Sobre la puerta principal se encuentra un altorrelieve en mármol de la Asunción de la Virgen María, inspirado en una obra del pintor flamenco Peter Paul Rubens, al igual que el resto de relieves de las fachadas; flanqueada igualmente por parejas de columnas, estás tritóstilas, en cuyas hornacinas se encuentran las esculturas de San Andrés y San Mateo.


Los campanarios fueron creados entre 1787 y 1791, a pesar de que entre 1642 y 1672 se construyó la base y primer cuerpo de la torre oriental. Las obras estuvieron a cargo del arquitecto José Damián Ortiz de Castro. Las torres de la catedral presentan una altura de entre 64 y 67 metros cuyo acceso interior se realiza mediante unas escaleras elipsoidales construidas en madera.


Actualmente el acceso a la parte de las campanas está restringido debido al mantenimiento al que es sometido por las secuelas de los sismos que han ocurrido recientemente en la ciudad.


Lo mismo ocurre en la sección de los órganos, el cuál ha tenido varios órganos en su historia. El primer gran órgano, de 1655, fue construido por Diego Sebaldos que es el órgano conocido como la Epístola.


Los dos órganos actuales de la Catedral fueron construidos en México por el español José Nassarre entre 1734 y 1736. En el órgano del Evangelio, Nassarre reutilizó elementos del órgano de Jorge de Sesma.


El Altar de los Reyes, el cuál se encuentra en el ábside del templo, detrás del Altar Mayor, es obra de Jerónimo de Balbás, autor entre otros, del Altar del Perdón de este mismo templo, y del desaparecido Altar Mayor de la Iglesia del Sagrario de la Catedral de Sevilla.


Más adelante se encuentran los altares Mayor y del Perdón, los cuales,se ubican en el trascoro, en la parte delantera de la nave central. El retablo fue realizado por el arquitecto español Jerónimo de Balbás en 1735, siendo una de sus obras más importantes. Es barroco, acabado en pan de oro y representa el primer uso del estípite en las Américas, en el cual, las columnas simulan el cuerpo humano.


El Altar Mayor ha tenido a lo largo de su historia cuatro altares, los tres primeros, con forma de tabernáculo exento de los muros, de modo que este podía rodearse y colocar altares en sus caras principales. El primero fue elaborado en el siglo XVI, este fue sustituido por un ciprés barroco en la modalidad estípite, que a su vez fue reemplazado a mediados del siglo XIX, por un ciprés de estilo neoclásico, obra de Lorenzo de la Hidalga.


Al final del recorrido se pasa por las diferentes capillas que tiene la Catedral Metropolitana.


Las capillas sirven de asiento a la torre más antigua del templo, fue techada entre los años 1624 y 1627, y se utilizó originalmente como sacristía.


Capilla de Nuestra Señora de Guadalupe, fue techada en la tercera etapa de cerramiento del edificio, entre 1653 y 1660, y utilizada antes de la segunda consagración catedralicia, primero como bautisterio y después como sala de juntas de la archicofradía del Santísimo Sacramento y de la Caridad.


La visita a la Catedral Metropolitana es totalmente gratuita, pero algunas secciones se encuentran cerradas por mantenimiento.

 


La Catedral Metropolitana de la Ciudad de México alberga en su interior 250 años de arte e historia y es una de las obras más sobresalientes de la arquitectura hispanoamericana.

FOTOS: Alberto Alcaraz y Javier Lether


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