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Foto del escritorIván Vargas

Lilith... ¿Obscena Libertad?

Actualizado: 14 oct

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Si la idea moldeada por el cristianismo de lujuria mórbida y pecado libidinoso lograrán materializarse en un solo nombre, seguro sería el de Lilith, madre de demonios y primer mujer del Adán bíblico según diferentes textos y tradiciones antiguas.


Este personaje ha sido invisibilizado e incluso negado por no adaptarse a los estándares canónicos de la iglesia.


Encarna la rebelión contra los valores promulgados por la doctrina pues representa la antítesis de la abnegada y dócil Eva que fue directamente moldeada de una costilla de Adán, a diferencia de Lilith, que comparte la misma naturaleza de éste y por ende se niega a subordinarse ante él y acatar sus reglas en cuestiones de índole sexual, lo que desata el conflicto.



Al develar abiertamente su desobediencia y molesta por el yugo de Adán, menciona el inefable nombre de Dios para abandonar el paraíso y se va volando al Mar Muerto.


Se asienta en las cavernas a sus alrededores habitadas por demonios, con los que fornica y posteriormente da a luz pequeños Lilims, demonios encarnados en su santo vientre fertilizado por la semilla corrupta del mal. Aberrante y cruda alegoría que resulta repugnante y difícil de digerir para muchos.


Bajo la óptica de un dogma como el cristianismo, que niega y condena los placeres terrenales para subordinarlos al ámbito post mortem, es natural que un personaje con este perfil resulte incómodo.



La búsqueda de su libertad a través de la emancipación del yugo masculino resulta escandalosa para los preceptos del culto, rompiendo la idea de castidad, subordinación al hombre y el característico silencio condescendiente asociado a la mujer en gran parte de la cosmovisión occidental.


Aparece en textos muy anteriores a la Biblia como el Huluppu Tree, poema épico

sumerio escrito en una tablilla hallada en Ur, que data aproximadamente del ¡2000

a.C!; en el Talmud, antiguo texto judío, se le menciona como una figura asociada a la

noche y es representada con cabello largo y alas, encarnación de las prácticas

sexuales abominables y el adulterio.



La Biblia por su parte, en Isaías 34:14, menciona que 'Los gatos salvajes se juntarán con hienas y un sátiro llamará al otro; también allí reposará Lilith y en él encontrará descanso'.


Janet Howe Gaines, experta en literatura bíblica, afirma que “sus orígenes oscuros se encuentran en la demonología babilónica…” y se le asocia con la diosa Inanna. En los 'Rollos del Mar Muerto', aparece en la 'Canción Para Un Sabio', himno posiblemente utilizado en exorcismos y el Alfabeto de Ben Sira narra su rol como la primera esposa de Adán.



Son muchos los artistas que la han representado (pintores, escritores, músicos….) y su imagen prevalece aún hoy en día en la mismísima Capilla Sixtina pintada por Miguel Ángel. Aparece como una serpiente enroscada al árbol prohibido del edén entregando la manzana del pecado a Adán y Eva, sugiriendo en ella la figura del mismísimo Lucifer.


Como ícono olvidado que se niega a morir, sobrevive inadvertida y diluida en el eco del tiempo sin llegar a perderse. Su nombre a derrotado milenios y a ojos de muchos contemporáneos resultará (quizá) la primera feminista anárquica en los anales de la historia.

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