Régimen de Daniel Ortega continúa persecución contra Iglesia Católica, acosa a otro sacerdote
Esto sucede ocho días después de que el obispo Rolando Álvarez subió en sus redes sociales que estaba siendo custodiado por policías
Ni el Papa Francisco, ni el Vaticano han expresado algo al respecto
Agencias
Continúan los asedios y persecuciones a miembros de la Iglesia Católica por parte del gobierno de Daniel Ortega en Nicaragua, hoy por la tarde el sacerdote Aníbal Manzanares denunció que la Policía Nacional le prohibió salir de su parroquia, en el municipio de Terrabona.
“Mis buenos amigos y hermanos, solamente notificarles que la Policía esta mañana me ha notificado que no tengo permiso para salir, no puedo salir a las calles, a procesiones, a actividades fuera del templo parroquial, así que creo que me están vigilando”, comentó el párroco de San José en un video que subió en sus redes sociales.
Esto sucede ocho días después de que el obispo Rolando Álvarez subió en sus redes sociales que estaba siendo custodiado por policías; hasta el momento sigue encerrado en la Catedral de Matagalpa junto a tres seminaristas, cinco sacerdotes y dos laicos, incluso denunciaron que un dron “merodeaba” por el lugar.
Se trata de uno de los momentos más tensos entre la Iglesia católica y el régimen nicaragüense desde que la histórica imagen de la Sangre de Cristo de la Catedral de Managua fue calcinada el 31 de julio de 2020 en un acto que el papa Francisco calificó de “atentado”, mientras que las autoridades lo calificaron como un accidente.
Persecución, allanamientos, cárcel, cierre de medios de comunicación católicos y exilio de religiosos son algunas de las acciones oficiales represivas que enfrenta la Iglesia, en medio de la crisis que vive el país desde 2018, cuando se produjeron protestas masivas contra el régimen de Ortega.
Hasta el momento la Santa Sede no ha expresado nada respecto a lo que viven los miembros de la Iglesia en Nicaragua, de la misma manera varios católicos se han manifestado a lo largo del país para pedir ayuda por la persecución política y religiosa que se vive en el país centroamericano.