LA CONDESA: DEL ESPLENDOR ART DÉCO AL EPICENTRO DE LA GENTRIFICACIÓN

TIERRA DE WHITEXICANS Y EXTRANJEROS

Por Diego Loyola Guadarrama

La Colonia Condesa de la Ciudad de México es, sin duda, fue un referente de modernidad y estilo de vida en la capital. Sus amplias avenidas arboladas, su arquitectura que mezcla el Art Déco y el funcionalismo. Sus vibrantes espacios verdes como el Parque México y el Parque España, la consolidaron históricamente como un barrio de clase media y un centro de actividad cultural.

​Sin embargo, en las últimas décadas, la Condesa ha experimentado una profunda transformación cultural ligada a un acelerado proceso de gentrificación. Inicialmente, a finales de los años 90 y principios del siglo XXI, la colonia se revitalizó con la llegada de población joven y un auge de negocios en el sector terciario, especialmente en gastronomía y servicios de ocio. Esta renovación urbana fue vista por muchos como un resurgimiento positivo tras años de decadencia, en particular después del sismo de 1985.

​Este proceso se intensificó al punto de reconfigurar por completo el perfil sociodemográfico y económico de la zona. La Condesa se ha convertido en uno de los focos principales de gentrificación en la CDMX, donde la demanda de vivienda y servicios por parte de personas con alto poder adquisitivo —tanto nacionales (los llamados "whitexicans") como, crecientemente, extranjeros— ha disparado los costos.

La etiqueta de ser una colonia "para whitexican y extranjeros" surge de la percepción de un desplazamiento cultural y económico.

• ​Aumento de Costos: El incremento desmedido en los precios de renta y venta de vivienda, así como en los costos de vida en general, ha provocado la expulsión (directa o indirecta) de los residentes originales y de los comercios tradicionales, que ya no pueden costear los altos alquileres. La vivienda se ha mercantilizado, llegando a precios impagables para la mayoría de los habitantes de la ciudad.

• ​Transformación de la Identidad: La vocación del barrio se ha reorientado hacia el consumo globalizado y el turismo. Han proliferado los negocios dirigidos a un nicho de alto nivel adquisitivo y con gustos internacionales (bares, restaurantes de "clase mundial", cafés gourmet), lo que transforma la identidad barrial y diluye la vida comunitaria tradicional del vecindario.

• ​Tensiones Sociales: La visible presencia de una población extranjera con mayor poder adquisitivo (muchos de ellos nómadas digitales) que utiliza plataformas de rentas cortas (como Airbnb) para establecerse, ha exacerbado las tensiones sociales. Las protestas contra la gentrificación en la Condesa han evidenciado el descontento de algunos sectores que exigen a las autoridades acciones para proteger el derecho a la vivienda de la población local.

​La modernización de la Condesa, aunque ha traído consigo mejoras en la infraestructura y una oferta cultural y gastronómica diversa, se ha dado a un alto costo social. El barrio se ha consolidado como un espacio de éxito urbano para algunos, pero de exclusión social y pérdida de arraigo para otros.