Realmente ¿Que tiene que festejar el presidente Andrés Manuel López Obrador?
Rosario Sánchez
La tarde de ayer 1 de julio en la plancha del Zócalo de la Ciudad de México se celebró el “AMLO Fest”, un evento encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador en el que festejó cinco años de haber ganado la elección de 2018.
Acompañado de miles de acarreados, su gabinete en pleno y de las llamadas “corcholatas”, López Obrador festejó cinco años del inicio de la “4T”, pero realmente ¿tenía algo que celebrar?
Comparado con sexenios gobernados por el PRI y Acción Nacional los números de pobreza extrema han aumentado, el sector salud está en decadencia y su tan sonada frase de “abrazos, no balazos” se ha convertido realmente en “balazos y no abrazos”.
Son cinco años en el que López Obrador se quedó atrapado en la inercia de las administraciones pasadas, culpando a los expresidentes los problemas que arrastra y que ofreció darles solución, pero sigue sin tomar la responsabilidad de las acciones u omisiones que ha tenido su gobierno.
¿O es que acaso para el presidente los motivos de festejo son el tener una refinería que no refina, quitarle medicamentos a niños con cáncer, desaparecer el Seguro Popular para implementar el Instituto de Salud del Bienestar (INSABI) y al final declarar que fue un fracaso dejando a miles de derechohabientes sin ese beneficio, llamarle a sus seguidores “solovinos” o incrementar los índices de inseguridad y pobreza?
De acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), en 2020 se contó con un aumento del porcentaje de la población en situación de pobreza de 41.9% a 43.9%.
Tan solo esta semana que terminó, explotó un coche bomba en Celaya contra la Guardia Nacional, plagiaron y asesinaron al líder local del PVEM en Guerrero, Jesus González, también se registró el homicidio de Hipólito Mora, figura principal de las autodefensas en Michoacán a manos del crimen organizado y el secuestro de 16 funcionarios de la Secretaría de Seguridad en Chiapas, y a todo ello la respuesta presidencial fue la misma: "es la culpa de gobiernos anteriores".
Sí, ayer se festejaron cinco años de un nuevo gobierno que dice ser de la transformación, pero que en lo hechos todo sigue igual o peor. En donde el presidente a través de “la mañanera” dedica canciones a quienes no están de acuerdo con su administración y que siempre tiene “otros datos” cuando la realidad le demuestra sus errores y fallas.
En pocas palabras, no hay mucho que celebrar de estos cinco años porque ha sido un gobierno de cuarta en donde al parecer su único y mayor logro es el aumento al salario mínimo, pero que la inflación se ha encargado de poner en su justa dimensión ya que los precios de la canasta básica están por los cielos y cada día el dinero alcanza para menos.